Las ‘passive houses’ o casas pasivas son aquellas viviendas que se caracterizan por unos sistemas de aislamiento especiales que reducen al mínimo la necesidad de fuentes de calor o frío externas; esto es, los espacios mantienen una temperatura estable de manera que el gasto en energía se reduce casi a cero.
Este sistema de construcción bioclimática y sostenible, se originó en Alemania en los años 80, y proporciona un espacio habitable de mayor confort térmico y un circuito de aire de calidad permanente, gracias a un excelente aislamiento de la parte constructiva, puertas y ventanas.
En los edificios Passivhaus, las ventanas certificadas passiv house ofrecen una solución para satisfacer las prestaciones exigidas en los edificios de consumo casi nulo. Las ventanas de PVC tienen una temperatura tan óptima que no existen diferencias de temperatura significativas entre las áreas cercanas a estas y al resto de la estancia.
Las ventanas para este tipo de viviendas están compuestas por doble o triple vidrio, dependiendo del clima de la zona, para reflejar el calor al interior de la vivienda en invierno, y mantenerlo en el exterior en verano. De esta forma, la sensación térmica de confort siempre será óptima y agradable en todo el edificio: 20-25˚C, con una calidad de aire excepcional durante todo el día.
Se consigue un confort térmico constante y homogéneo en todos los espacios, la reducción del gasto energético de más del 90%, la reducción de las emisiones de CO2, el aislamiento sonoro, así como la calidad excelente del aire interior.
¿Serán estas las casas del futuro?
